Notas
CRÓNICA EXCLUSIVA


03/09/2009

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RECORDAR


“Lo de Santaires, peña urbana”, es una peña distinta, o tradicional, o clásica, o todo eso. A tres cuadras del Obelisco (Perón1281), en el subsuelo de un edificio, una vez por mes, tiene lugar esta peña. 

Es un espacio amplio que se parece al salón de fiestas de un club de barrio. Tiene capacidad para 300 personas y está ambientado sencillamente, con mesas que guardan una buena distancia entre ellas, un escenario generoso… una peña tradicional. La propuesta es “bailongo y recital”, como cualquier peña clásica. Pero la calidad y la variedad de todos los artistas que se presentaron el viernes 28 de agosto, la hacen una peña distinta.

La apertura estuvo a cargo de los anfitriones, el grupo vocal Santaires, quienes, acompañados por 2 guitarras criollas, una acústica y un bajo, desplegaron su repertorio de zambas, cuecas, chacareras, chamamés (La Pobrecita, Zamba por vos, El bailarín de los montes, Posadeña linda…). El color de sus voces, los matices, la potencia (por momentos estremecedora como en la Chacarera de las piedras), sumado a unos arreglos creativos y exquisitos, hicieron de esta primera parte un momento extraordinario.

Siguió un segmento de baile en el que, animados por las sencillas “lecciones” de danza del profesor, muchos (buenos bailarines y principiantes) se entusiasmaron bailando gatos y chacareras. 

Le llegó el turno a De tal palo, un trío de mujeres quienes, a capella y acompañadas por un cajón peruano, demostraron que son un grupo de primer nivel. Interpretaron, en un despliegue de voces y actuación, originales y excelentes versiones de temas como "El cigarrito", de Víctor Jara; "Siempre se vuelve a Buenos Aires", de E. Blázquez y A. Piazzola; "El Firulete", de Mores y Taboada…y además ritmos del folklore latinoamericano como candombes, sones, entre otros. Vale la pena conocerlas (www.detalpaloweb.com.ar).

Desde el sur de Córdoba llegó Mario Díaz para mostrar, con su voz y su guitarra, que es un notable cantor y compositor. Autor de melodías hermosísimas y dueño de una voz dulce y profunda, Mario Díaz llenó el ambiente y las almas con sus canciones. Coplitas del querendón, el bellísimo tema "Rumbo al cerro", fueron algunas de las canciones que brindó, despidiéndose, después de dos bises, con una versión lindísima de Yo vengo a ofrecer mi corazón.

Luego subió al escenario Julio Lacarra. Ya conocemos su trayectoria y la excelencia de su trabajo. Acompañado por un teclado y una guitarra, exhibió su profunda y colorida voz a través de un repertorio cuidadosamente elegido. Temas como "Canción de fuego", de Roberto Cantos; "Para ir a buscarte", de A. Petrocelli y D. Toro; "Milonga de si volvieras", de su autoría… fueron acariciados con su voz honda e intensa. Se dio el gusto de invitar a su hija Florencia que canta muy bien e interpretó "Silencio", de Pedro Aznar.

Pablo Budíni cerró esta noche distinta, llena de música y de la buena, de esas que dejan un gustito dulce en el corazón, un gustito que nos dura muchos días, hasta el próximo mes cuando podremos volver a encontrarnos y disfrutar de la peña urbana que Santaires organiza con la calidad de siempre.


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